La Inteligencia Artificial (IA), al igual que la humana, resulta un concepto complejo al momento de atribuirle un significado. No existe todavía una definición formal y globalmente aceptada. La Comisión Europea la define como sistemas de software (y también tal vez de hardware) diseñados por seres humanos que, ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital:

– Percibiendo su entorno, a través de la adquisición e interpretación de datos estructurados o no estructurados

– Razonando sobre el conocimiento, procesando la información derivada de estos datos y decidiendo las mejores acciones para lograr el objetivo dado *

Es una disciplina científica o tecnología que se encarga de crear programas informáticos los cuales ejecutan operaciones comparables a las que realizaría la mente humana, tales como el aprendizaje o el razonamiento lógico.

Las inteligencias artificiales utilizan algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático, que es la capacidad de una máquina para aprender de forma autónoma a partir de datos sin ser programada específicamente para hacerlo.*

De esta manera la IA puede mejorar su precisión y eficiencia con el tiempo.

Actualmente se convirtió en una de las tecnologías más disrruptivas y una de las que más atención despierta.

La velocidad a la que se suceden las implementaciones (cada vez más poderosas) se está acelerando y tanto las posibilidades como los potenciales peligros de su uso están generando debate entre la comunidad científica y en las esferas políticas.

– Los algoritmos de la IA pueden ser sesgados si se basan en datos incompletos o no representativos.

– Existe la preocupación de que la IA pueda ser utilizada para fines malintencionados, como la guerra cibernética o la manipulación de la opinión pública.

– Tiene el potencial de reemplazar a los trabajadores humanos en muchos campos, lo que podría tener un impacto negativo en la economía.

– La IA plantea una serie de preocupaciones éticas, como la privacidad, la seguridad y la responsabilidad.*

Los robots “asistentes” o “cuidadores” son útiles como herramientas para visibilizar y reflexionar sobre la Medicina y las Nuevas Tecnologías y en particular sobre Medicina e Inteligencia Artificial.

Esto que comienza a ser un elemento de las ciencias médicas ya fue vislumbrado y anticipado hace varios años por el cine de ciencia ficción.

En nuestros talleres trabajamos acerca de esta problemática cada vez más actual y presente empleando el arte y sus distintas disciplinas como herramienta.

Muchas veces el séptimo arte que es el cine, un medio audiovisual presente en la vida de casi todos, se transorma en una ventana por la cual si nos asomamos veremos anticipados elementos del futuro. Además es una creativa combinación de diversas manifestaciones artísticas como la literatura (narrativa), el teatro (actuación), la música (banda sonora), la pintura y la escultura (imagen y diseño visual) que funda una experiencia estética y única y que a la vez:

– Permite compartir, trasmitir y discutir conocimientos

Fomenta la empatía y la perspectiva crítica

– Posibilita reflexionar, motivar, sensibilizar

Transitemos, exploremos e imaginemos este nuevo camino. Aventurémonos a este nuevo desafío.

*(https://planderecuperacion.gob.es/noticias/que-es-inteligencia-artificial-ia-prtr)

Imagen creada por IA de Meta

Prospectiva de la Inteligencia artificial en la vida adulta y en la de los adultos mayores