
Ver para creer y viajar para crecer. Te puede pasar tempranamente o más tarde, pero tiene que pasarte. Luego de cuatro años, cuarentena y complicaciones de por medio, el 2023 me deja el sabor inolvidable de una vez más, subir a un avión (en Mayo) y disfrutar una semana de paseos y de reencuentros (a los que hace referencia el título porque parafraseando a Gabriela Acher, “todo más” porque “algo más” sería poco, cuando se trata de “familia”) en Nueva York.

Las amistades maduran y las ciudades cambian. Tanto una como otra palpitan y sorprenden.
Un ratito de “paisajes” y “todo más”, porque “algo” sería muy poco…