La creatividad es algo más complejo que una herramienta.

Soltar miedos, liberar emociones y divertirnos: una tríada difícilmente igualable en sus resultados con lo producido por un motor de búsqueda al estilo de los existentes mediante el uso de la Inteligencia Artificial (IA) aunque como dicen muchos: al menos por ahora…

Procesar gran cantidad de datos en reemplazo de la imaginación, el pensamiento, la experiencia, el juego, al menos no parece ser lo mismo, no en forma completa al menos, por ahora…

Investigar, analizar, clasificar, procesar, corregir, en fin colaborar, facilitar podría caracterizar al chatGPT por ahora…

Y teniendo en cuenta esto de la facilitación, y si hubiera algo para “transformar” propondría a la manera que plantea el filósofo A. Piscitelli, considerar la IA como una oportunidad para perfeccionar nuestras actividades y tranversalizarlas, complejizarlas, rompiendo barreras disciplinarias y a su vez abroquelados en la alta competencia, conjugando la teoría y la experiencia, irreduccionistas, con múltiples entradas, siendo (una vez más a decir de Piscitelli), generalistas con profundidad.

El “por ahora” es una constante en esta nota porque Piscitelli anticipa: “se está trabajando en una simbiosis entre lo humano y lo maquinal”. Aunque parafraseando al mismo autor también por ahora seguimos siendo seres en busca de ternura y amor.

¿Crear o crear?